Léa Steinacker reflexiona en Innovation Day 2025 sobre cómo equilibrar intuición humana y poder de la IA en la creatividad del futuro.

En un Innovation Day 2025 marcado por la reflexión sobre el futuro de la creatividad y la tecnología, la Dra. Léa Steinacker, científica social, empresaria, autora y periodista, ofreció una de las ponencias más inspiradoras del evento con su charla titulada «El dilema del centauro en la toma de control de la IA».

En la ponencia, Steinacker invitó a los asistentes a redefinir la relación entre humanos y máquinas en un momento en que la inteligencia artificial ya no solo asiste, sino que decide, crea y moldea nuestra realidad cotidiana.

«Estamos hablando de un conjunto de tecnologías que hoy toman decisiones sobre la vida y la muerte, pero también pueden generar trabajo creativo. Y lo hacen con una velocidad que, hace solo tres años, era impensable», señaló.

La ponente recordó que el auge de la IA generativa capaz de producir imágenes, vídeos o código en segundos ha transformado radicalmente los procesos creativos. Sin embargo, advirtió que esta eficiencia no está exenta de riesgos: «Podemos acabar externalizando nuestra capacidad de pensar si no somos conscientes de cómo usamos la tecnología».

Los límites del algoritmo: ética, sesgos y humanidad

Steinacker llevó al público a un recorrido histórico que conectó la visión pionera de Ada Lovelace, quien en 1843 predijo que las máquinas podrían generar música, con la irrupción de ChatGPT en 2022, que en apenas 90 días alcanzó 100 millones de usuarios. «Para entender hacia dónde vamos con la IA, hay que conocer de dónde venimos. Solo así podremos darle forma de manera responsable», subrayó.

Uno de los momentos más potentes llegó cuando mostró rostros generados por IA con sesgos evidentes. «La tecnología no es neutral. El código siempre refleja las decisiones de quienes lo programan», afirmó.

Para Steinacker, el reto no es reemplazar la inteligencia humana, sino diseñar sistemas que nos ayuden a pensar más profundamente: «No queremos una IA que nos quite el pensamiento, sino una IA que nos haga reflexionar mejor».

El centauro como metáfora del futuro

La socióloga presentó el concepto del «centauro» (mitad humano, mitad máquina), como símbolo de la colaboración ideal entre personas y algoritmos: «El caballo representa la potencia y la velocidad de la IA; el humano, la estrategia, la intuición y el juicio ético. La clave está en saber cuándo usar cada parte», explicó.

Según Steinacker, este equilibrio será esencial en los próximos años, especialmente en entornos creativos, donde la combinación de imaginación humana y capacidad de procesamiento de la IA puede dar lugar a resultados extraordinarios.

Inteligencia planetaria y nuevas sinergias

En la recta final de su intervención, la ponente hizo una llamada a reimaginar la inteligencia desde una perspectiva más amplia y colaborativa, inspirándose en la naturaleza: «Podemos aprender de las redes de los hongos, de las colonias de hormigas o de los ecosistemas interconectados. La inteligencia no es solo individual: es relacional, y ahí está su verdadera fuerza».

Steinacker no solo ofreció una lección sobre tecnología, sino también una reflexión filosófica sobre lo que significa ser humano en la era de la inteligencia artificial. Innovation Day 2025 cerró así una jornada que puso en el centro la creatividad, la responsabilidad y el diálogo entre innovación y consciencia.


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